Costillas de cerdo asadas

Presentación de costillas de cerdo asadas - DeFiestaEnCasa

Estas costillas de cerdo asadas son de la parte pegada al lomo del cerdo, de ahí que sean iguales de estrechas que la propia cinta de lomo de donde las separa o extrae el carnicero. Yo suelo hacer tres o cuatro de una vez, puesto que, si sobran, se calientan de nuevo en el micro y siguen estando espectaculares.
Para que el asado salga bien jugoso, deben cocinarse las tiras enteras y partirse después, a la hora de comer.

La receta es bien sencilla:
Colocar las costillas enteras en la bandeja del horno, salpimentándolas y añadiéndole todas las especies secas que se te ocurran: comino, orégano, tomillo, romero, perejil, pimentón (yo, picante), etc.

Verter sobre ellas un chorreón generoso de aceite de oliva virgen extra e introducir en el horno, precalentado a 180º durante, aproximadamente, 80 minutos.
Es aspecto final de la costilla, que te indica que está en su punto, es cuando los huesos quedan un poco a la vista, algo separados de la carne, ya que el asado de cerdo resulta más rico cuanto más hecho está.

Si se quieren aprovechar los jugos que quedan en la bandeja, puede ponerse ésta sobre el fuego y desgrasar con un poco de agua y/o vino blanco, rascando hasta obtener una salsa para volcarla después sobre la carne.

Como guarnición: patatas cortadas en cascos muy grandes, que se fríen aromatizadas con unas cuantas hojas de laurel, algunos ajos sin pelar y pimienta en grano.

La receta no es ligera, pero de vez en cuando hay que darse un placer.

Copa de vino o cerverza